Programas prioritarios
Los programas prioritarios se centran en obtener mejores resultados de salud; la mayoría de ellos establecen metas específicas para su condición de interés. Sin embargo, para implementar intervenciones y para elaborar registros e informes, en la mayoría de los lugares los programas dependen casi exclusivamente de los servicios generales de salud. Se utilizan supervisión, capacitación y en algunos casos, incentivos, para estimular el nivel de compromiso del personal de salud y fortalecer las capacidades específicas de los programas. Casi todos los programas prioritarios utilizan un enfoque similar en su interacción con el personal de salud, y para cumplir con sus objetivos casi todos requieren la provisión de servicios equitativos, efectivos, eficientes y accesibles que estén cerca de sus clientes o pacientes para atender al mayor número posible de personas, sobre todo a los pobres, para lograr sus metas.
Debido a que cada uno de los programas prioritarios está tan comprometido con una condición específica, muchas veces ellos operan de una manera relativamente aislada. Sin embargo, pueden llevar a cabo las intervenciones mucho más eficazmente si trabajan en asocio, en base a sus intereses compartidos. Por ejemplo, al trabajar juntos para coordinar actividades de capacitación, combinar iniciativas de supervisión y desarrollar sistemas de registro y reporte menos exigentes pueden incrementar considerablemente la productividad del personal de salud. Para iniciar y fomentar este tipo de colaboración entre los diferentes programas se requiere liderazgo, particularmente por parte de los oficiales de programa a nivel mundial, nacional y local.
Además, la interacción entre los programas y las unidades organizativas que diseñan, planifican e implementan los servicios generales de salud será más eficaz si los programas operan en forma conjunta. Después de todo, en muchos lugares hasta el 80% ó 90% de los clientes o pacientes que acuden por primera vez a los servicios generales de salud están lidiando con un problema o síntoma que es de interés directo para uno de los programas de las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM). Así, la unión de fuerzas en esa interacción puede conducir a mejores políticas de RHS o hasta puede tener un impacto positivo en otros componentes de los sistemas de salud, como el suministro de medicamentos o los laboratorios, que también son factores importantes para la provisión de servicios equitativos, efectivos, eficaces y accesibles.
Los mecanismos de financiamiento centrados en los programas prioritarios, como el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial), el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) y la Alianza GAVI, están cada vez más conscientes de que el fortalecimiento del personal de salud es un aspecto clave para su misión. Por lo tanto, estos entes han puesto a disposición fondos para el fortalecimiento de los sistemas de salud y el personal de salud. Los programas prioritarios y los servicios generales de salud se beneficiarían si los programas establecieran conjuntamente las prioridades financieras para fortalecer el personal de salud en un país dado.
Conforme se avanza, es importante considerar constantemente los Factores críticos para el éxito. Algunos de éstos, como “Planificación y prácticas centradas en los resultados” y “Toma de decisiones informadas”, son esenciales para el trabajo de los programas prioritarios. Otros, como “Alineación de los donantes”, pueden requerir una atención más deliberada respecto al rol que deben asumir los programas prioritarios en el fortalecimiento del personal de salud y la “Alineación con los sistemas”.